El terremoto
quebró hasta el orgullo
en vías de desarrollo.
Nos abrazamos
de derecha a izquierda,
del electo a la presidenta.
Los remezones
han sacado del fondo
la riqueza del alma.
El amor
dió techo al dolor
y abrigo al desamparo.
La emoción
llenó de lágrimas
el vaso de todos los chilenos.
Mientras las réplicas
aconchan el temor,
descubrimos la fe
que nos faltaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario